La vie après la carotte

by gab on agosto 19, 2009

La vie dans la carotte

La vie après la carotte

Muchas veces parece que uno pasa la vida como un zanahoria, tras una zanahoria.

Cuando uno empieza a trabajar uno toma lo que le dan. Y lo que dan son dos monedas y una foto preciosa de una zanahoria (ni siquiera una daucus carota real), que le ponen delante a uno, mientras le atan el carrito y lo ponen a tirar como a un matungo cualquiera (aunque uno sea un simpático, delicado y esponjoso conejo).

Antes de que uno pueda darse cuenta, la zanahoria es una figura más en el paisaje, que uno asume que alcanzará eventualmente, como a la lejana montaña llega el impetuoso Mahoma. Ahí va uno, tirando del carro de a saltitos mientras se reproduce o al menos practica.

Pasa el tiempo y las zanahorias cambian, pero uno sigue -siendo un zanahoria- tras la zanahoria, en un antropofágico franeleo que se prolonga en el tiempo, consumiendo sus fuerzas, años e ideas, sin que a nadie le importe en lo más mínimo (mientas sigas la zanahoria).

Cuando uno cambia de trabajo o gana un ascenso (falsamente llamado little carrot o petite carrote entre nosotros, los conejos), lo primero que le ponen delante es… Otra zanahoria. Esta nueva parece un poco más naranja, con unas cuantas hojas verdes y un aspecto interesante y jugoso… pero sigue siendo una foto (aunque ahora más lejana) y, sí, sigue siendo una zanahoria.

De vez en cuando aparece alguien, con zanahorias marrones, amarillas o púrpuras (las hay) y verdes lejanas praderas, que nos tientan a movernos a nuevas tierras, para buscar… sí. Más zanahorias. Otras zanahorias…

O es la misma zanahoria?

Siempre, la zanahoria.

Que ese movimiento se haga (o no), depende normalmente de quien tenga la zanahoria más fuerte (The carrot is strong in who?), pero en realidad es indiferente lo que uno haga. Caiga uno donde caiga, siempre habrá allí una silla atrás de una zanahoria.

Lo que pasa es que la zanahoria, en realidad, es una herramienta de tentación empresarial o dilación patronal (todas las zanahorias llegan a un emprendedor o a un patrón). En cualquier caso, dicha hortaliza es un dilatador espaciotemporal, o más bien una agujero en el tejido del universo que nos permite dar un vistazo a un universo paralelo (no a un futuro real), que se plantea optimista y alegre.

No se han puesto a pensar por qué las zanahorias siempre nos motivan? Siempre nos llevan adelante? Siempre nos dan fuerzas?

No, no es por nuestro tierno conejo interior, es porque -a pesar de la ilusión que percibimos- no son muchas zanahorias diferentes las que uno persigue y que van cambiando a medida que se avanza en la vida. No!

La zanahoria es una sola.

Sólo hay: LA HORTALIZA.

Una imagen arquetípica en nuestro ilusionario (como imaginario, pero de un perfil más onírico e inocente) que es explotada, multilateralmente, en nuestra contra.

Así es que vemos muchas zanahorias, pero…

zanahoria hay una sola.

Porque está en tu mente y es usada por los demás para intereses que no necesariamente son los tuyos.

Las zanahorias verdaderas, las jugosas, o mejor dicho, la verdadera zanahoria, no  es alcanzable normalmente por los caminos que a uno le ponen delante.

A la zanahoria hay que dejar de seguirla, pero para agarrarla.

Suena a Zen, pero es verdad.

La zanahoria es, por supuesto, siempre una metáfora. Pero… No sé… Igual quiero gritar:

«Basta de zanahorias!! Quiero comer carne!!»

Allez les lapins!

2 comments

Excelente! ahora, me pregunto, no podremos ser fabricantes de zanahorias?
o sea ser la persona que le ponga esas zanahorias (de la cual todos somos víctimas) a otra gente y lucremos con su alma de conejo? Tal vez así podemos comer carne!!

slds

by nica on agosto 27, 2009 at 11:58 am. #

Al igual que el benchcrapping pienso que las zanahorias son uno de los pilares que impulsa la evolución de la humanidad.

y como dijo Valeriu Butulescu:
«La vida es una carrera de zanahorias. Puedes ganarla en otra generación»

(bueno, aunque no puso exactamente la palabra zanahoria 😉

salu2

by nica on agosto 27, 2009 at 12:12 pm. #