El Rambo Uruguayo tiene canción

by gab on noviembre 5, 2021

El Riki o Ricardo, más conocido como “El Rambo”, era el sereno del galpón donde -con Cuatro Cuartos– tuvimos nuestra sala de ensayo por ocho años. Era un personaje, resultado de una vida peculiar. En la interna de la banda nos referíamos a él como «El Cancerbero», valiente vigilante que se aseguraba de restringir el acceso al lugar.

Era un ex-fusilero naval, un viejo marino de baja estatura y robusta complexión, que vivía en tierra firme y trabajaba de sereno.

Escucha «El Cancerbero» la canción del «Rambo uruguayo» en todas las plataformas digitales.

No era “el tal” guardia, pero era macanudo, algo insistente tal vez en sus anécdotas, varias de las cuales repetía regularmente:

  • Que le decían el Rambo, por parecerse a Stallone.
  • Que practicaba artes marciales.
  • Que le gustaba andar en bicicleta por la rambla.
  • Que llegaba muy lejos en bicicleta, a Carrasco desde el puerto, incluso hasta Las Piedras. ¿O era Punta de Rieles? ¿O más lejos incluso? ¿Rivera? No recuerdo. Podría haber llegado a la Luna en bicicleta en sus cuentos, supongo.
  • Que tenía familia, qué tenía problemas con su ex.
  • Que tenía sus “nunchacus” en algún lado guardados en el caos que era la habitación dónde él vivía en el galpón.

En fin. Detalles de su vida que nos contaba cuando llegábamos a a ensayar, cuando nos íbamos o cuando nos interceptaba apurados, camino al baño.

Un buen día lo echaron de su trabajo de sereno de galpón y dejamos de verlo, y con él se fueron muchas situaciones divertidas con un personaje muy particular.

Luego de que se fuera, vaya uno a saber por qué, le escribí una canción de despedida. Hacía tiempo que no escribía nada y le escribí a él. Salió de una sentada, en un rato. Fluyó. Está bueno cuando pasa, porque sentís que la chispa todavía está. ¿Pero por qué le escribí un tema a él? No sé. Salió. Supongo que porque era demasiado buen personaje para perderlo del todo. Es un personaje para recordar en una novela, una serie… una canción.

“El Cancerbero” es esa canción y forma parte del EP4: “Balas en el Bar”.

Tiempo después de que se fuera “el Rambo”, también nos echaron del galpón porque lo vendieron y perdimos nuestra querida sala de ensayos.

La banda se fue diluyendo, pero él no. Él saltó a la fama.

Fue inmortalizado en la TV como “El Rambo Uruguayo. En YouTube lo encuentran fácilmente buscando eso mismo: una brillante nota de Nano Folle, que incluso fue posteriormente doblada al español latino por un alma genial y perversa, lo que sólo mejoró la entrevista original.

Parece ficción, pero no. Así era él.

En cierta manera, era imposible hablar con él y no sonreírse por las cosas que decía o cómo se expresaba.
Tenía una locura propia, pero era un buen tipo. Espero que esté bien.

La canción, entonces, está basada en lo que recordamos de su historia, de nuestras interacciones con él. Seguro que no recordamos todo, ni todo lo que recordamos es cómo era porque, bueno… la vida del rock y esas cosas. Ni siquiera todo lo que escribí es lo que fue o lo que pudo haber sido, a fin de cuentas es solamente una canción.

Lo que no es real en la letra, es parte de la canción porque necesitaba completar versos.
Lo que es exageración en la letra, es licencia artística, aunque… quién sabe, podría haber sido realidad.

Eso sí, les garantizo que quienes lo conocieron van a poder reconocer qué es qué muy fácilmente.

Como dice la canción “No es que fuera el cancerbero un tipo malo, tan solo intenso, insistente y locuaz”.

Es un tema que me saca sonrisas cada vez que escucho los granos de verdad que tiene, con un gran valor sentimental, con mega solo de guitarra de Jaime González Presto (un guiño rockero al ‘Violín de Becho’), producido con Max Capote y, como se suele decir, basado en hechos reales.

Él era el Rambo.

¡Salud, Ricardo!

Ricardo. El Riki. El Rambo. El Cancerbero.