Gabriel Simonet, indeed

Cada vez que leo un artículo de Tom Peters,  überguru del Management (sí, Peter Drucker, Tom Peters es über también) sonrío en varios momentos. Escribiendo es desenfadado, apasionado y agudo, a la vez que provocativo y algo caótico.

Cuando lo leo no puedo dejar de sentirme normal.

Justo estaba sobre leyendo sobre Tom en un pequeño artículo (“Passion Beats Planning, Limiting Scope is Stupid, Women Rule…” PMI Publishing 1998) una suerte de entrevista en la que hablaba sobre su libro “The Circle of Innovation” y sobre su manía de convertir todas las cosas en proyectos. Sí, todo. Y lo que es peor, quiere que nosotros también lo hagamos.

Todas las cosas, cada tarea o acción que emprendemos, quiere que las tratemos como si fueran proyectos. Siempre e indefectiblemente.

Al artículo lo encontré bastante estimulante y claro y quise  compartir los puntos principales que en él se mencionaban.

• Tome lo que sea en lo que esté trabajando y transfórmelo en proyecto en unos simples pasos:

1. Defina su proyecto (lo que está haciendo) en términos de resultados y plazos.

¿Qué es un buen resultado? ¿Cuándo? ¿Qué sería un mal resultado? ¿Cuándo? (Definirlo y dejarlo escrito). ¿Están sus partes bien definidas? ¿Están los plazos y partes definidas claramente como para poder ser medidos? (Defina y escriba).

2. Defina los puntos de control (mojones, milestones, chequeos, pruebas).

¿Cuándo es el próximo Milestone? ¿Y el siguiente? ¿Y el siguiente? ¿Y el resto?  (Defina y escriba) ¿Cuándo hacemos el primer test drive del proyecto? ¿Cuándo el siguiente? (Defina y escriba) ¿Cuándo son con los individuos involucrados o interesados en el proyecto? ¿Cuándo son con personas ajenas al proyecto? (Defina y escriba)

Una cita que destaco. A la pregunta de cuándo es la próxima prueba, la respuesta siempre debería ser:

“DENTRO DE LOS SIGUIENTES 10 DÍAS HÁBILES (No importa la complejidad del proyecto… algo se logrará en los próximos 10 días o antes).”

3. Haga participar activamente al cliente:

Comuníquese frecuentemente con el cliente (diariamente, “ayer” u “hoy”, es esencial). Discuta el proyecto, frecuente y obsesivamente, con el cliente. Pula con él la definición del proyecto diariamente.

4. Haga participar a los locos y delirantes en el proyecto

Los clientes son importantes, pero los creativos, extravagantes y locos (que NO están involucrados en el proyecto) tienen mucho para dar. Consúltelos, escuche e integre.

Si la respuesta a cuántos chiflados se ha consultado en relación al proyecto es menor a tres o cuatro, es algo totalmente inaceptable, porque como dice Tom Peters:

“Usted es tan interesante – chiflado – extravagante –fascinante – impredecible – intuitivo como lo sean los aportes a su proyecto”

• Tom Peters.

Nacido en 1942 Tom Peters es un escritor de prácticas de gestión estadounidense, mayormente conocido por su libro “La Búsqueda de la Excelencia”. Se dice que es el mayor defensor de la gestión de proyectos y su crítico más acérrimo.